“Mi señora no sabía nadar tanto. Yo tuve que coger a mi nieto, lo salvé. Yo también con las últimas llegué”, relata Wagner Buñay, sobreviviente del naufragio registrado en Galápagos el domingo 25 de septiembre del 2022.
Entre el llanto y gritos de impotencia, el cadáver de Flor de Jesús Astudillo fue recibido en Santo Domingo de los Tsáchilas. La mujer, esposa de Wagner Buñay, es una de las cuatro pasajeras que perdió la vida durante un paseo familiar que terminó en tragedia.
Wagner Buñay cuenta que vivieron
Murillo dice que los responsables del medio de transporte nunca les entregaron chalecos salvavidas. “En ningún momento contamos con chalecos, en medio de altamar nos desprendimos de mochilas, bolsos, para tratar de flotar”.
La embarcación trasladaba a más de 40 personas, según los testigos. Los pasajeros iban apretados; entre ellos, había turistas extranjeros.
Los sobrevivientes sostienen que llegarán hasta las últimas consecuencias por lo ocurrido; han presentado denuncias y esperan que haya justicia por la negligencia que causó la muerte de cuatro personas.