El sector comercial, de alimentos y de entretenimiento registra graves pérdidas económicas por el estado de excepción con toque de queda en la provincia del Guayas.
Las ventas cayeron considerablemente durante los últimos días y los horarios reducidos podrían afectar la mejor época que se avecina.
El puerto Santa Ana registra una mínima afluencia de personas a diferencia de hace dos semanas cuando se convirtió en un emblema de la reactivación económica por la final única de la Copa Libertadores.
Propietarios de los locales comerciales de la zona indican que esta situación se debe a que los bares y restaurantes que lo conforman han limitado su horario de atención por el estado de excepción, que se decretó ante la ola de violencia en la provincia.
Asimismo, los dueños de locales comerciales en el centro de Guayaquil registran pérdidas económicas. Incluso los empleados de los locales temen a ser despedidos ante la falta de ingresos.
Y sectores altamente comercial del norte de la ciudad, como Sauces y La Alborada, también se siente los estragos. Los locales han cerrado y sus propietarios todavía no han podido alquilar los predios.
La situación se repite en las provincias de Esmeraldas y Santo Domingo, donde también rige la medida.
Esta situación ha generado preocupación en la ciudadanía pues se avecinan fechas altamente comerciales.