El expresidente de la República Lenín Moreno, investigado actualmente por el presunto delito de cohecho (soborno) por la construcción de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, asegura que la investigación en su contra se basa en una «persecución» maquinada tras el triunfo del correísmo en las elecciones del pasado 5 de febrero.
Para Moreno, quien reside en Paraguay, los administradores de justicia ecuatorianos tienen «miedo de la venganza» con la que pueda regresar el correísmo, por eso -dice- se ha activado esta indagación, denominada por la Fiscalía General del Estado (FGE) como Caso Sinohydro, en el que son procesadas 37 personas.
El expresidente ofreció este martes 7 de marzo una entrevista en Contacto Directo. Sostiene que su decisión de separarse de la organización política liderada por su excoideario, Rafael Correa, aún le pasa factura: «Quieren sentar un precedente para que a nadie se le ocurra hacer lo mismo».
Aunque Moreno evitó apuntar directamente contra la fiscal general del Estado, Diana Salazar, mencionó: «En general, hay muchas personas que se han atemorizado por esa victoria transitoria».