Terán insistió en que el asalto a la embajada en la que se encontraba el exvicepresidente Glas fue un hecho «aislado» y justificó que el político es un «criminal» que ha sido «debidamente condenado» por casos de corrupción y que tiene, además, otras causas abiertas.
Argumentó el representante de Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia.