Alan Rickman, conocido por su interpretación del profesor Snape en la saga de Harry Potter, fue inicialmente percibido como un seguidor de Voldemort, pero resultó ser un leal aliado de Dumbledore, al igual que su relación con Daniel Radcliffe, quien interpretó al joven mago protagonista.
Radcliffe confesó en el podcast Happy Sad Confused en 2024 que durante las primeras tres películas de Harry Potter, se sintió intimidado por Rickman, especialmente por su distintiva voz. Sin embargo, la relación entre ambos cambió con el tiempo.
Rickman se convirtió en un ferviente seguidor de Radcliffe cuando este incursionó en Broadway. Incluso interrumpió unas vacaciones en Canadá para verlo en Equus y seguía de cerca cada actuación del joven actor.
Tras su fallecimiento en 2016, Radcliffe recordó con cariño el apoyo y los consejos que le brindó, destacando su sugerencia de buscar un coach de voz.
La cercanía entre ambos actores trascendió las pantallas y dejó una huella perdurable en la vida de Radcliffe.