En 1989, Steven Spielberg predijo que la película de John Musker iba a recaudar 100 millones de dólares, desafiando las expectativas de Disney.
La Sirenita no era un cuento de hadas convencional, sino una historia bajo el mar con música reggae. A pesar de las dudas iniciales, Musker y su equipo crearon una película innovadora que superó todas las expectativas financieras y cambió el panorama de la animación y Hollywood para siempre.
En una reciente aparición en el festival Animayo Gran Canaria, Musker reflexionó sobre su carrera y su enfoque creativo.
Aunque ha dirigido numerosos éxitos como Aladdín y Moana, Musker sigue siendo un aprendiz, ansioso por seguir explorando nuevas técnicas y desafíos creativos. Su último proyecto, el corto I’m Hip, marca su regreso a la pintura y refleja su pasión por la innovación en la animación.