Un informe del Cuerpo de Ingenieros de la Armada de los Estados Unidos, publicado en febrero de 2024, advierte que la erosión en el río Coca podría afectar las obras de captación de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair en un plazo de dos a cinco años.
Los expertos incluso consideran posible que la erosión regresiva alcance estas obras en menos de tres años, lo que resultaría en la salida definitiva de operación de la hidroeléctrica más grande del país, responsable de suministrar el 25% de la demanda eléctrica de Ecuador, en medio de una grave crisis energética.
La estructura de captación de Coca Codo Sinclair es crucial para la hidroeléctrica, ya que, mediante una pequeña represa, desvía el agua del río Coca hacia la central para la generación de electricidad.
Coca Codo Sinclair, ubicada entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos, fue inaugurada en diciembre de 2016 con una capacidad de 1.500 megavatios y un costo estimado de 2.763 millones de dólares.
La mayor parte del financiamiento provino de un crédito otorgado por China. Durante la inauguración, el entonces vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas afirmó: «De aquí saldrá la energía para dar el salto al desarrollo».
Actualmente, Glas está preso por dos casos de corrupción (Sobornos y Odebrecht), y la hidroeléctrica enfrenta el riesgo de quedar inhabilitada.