En el nombre de Nvidia, la compañía fundada por Jensen Huang en 1993, se entrelazan tres elementos significativos: NV, que alude a «next vision» (la visión del futuro); VID, haciendo referencia a video, dado que la empresa comenzó desarrollando tarjetas gráficas para computadoras; y también la palabra «invidia», que en latín significa envidia.
A juzgar por los impresionantes resultados de la compañía tecnológica en el último año, es probable que ese sentimiento de envidia sea lo que tanto la empresa como su fundador hayan despertado en sus competidores.
En mayo, el valor de Nvidia en bolsa superó los 2.5 billones de dólares, convirtiéndose en la tercera empresa cotizada más valiosa del mundo, superando a gigantes como Alphabet (Google), Amazon y Meta, y solo siendo superada por Microsoft y Apple.
Este miércoles, la compañía informó que sus beneficios alcanzaron en el primer trimestre del año los 14,900 millones de dólares, un incremento del 600% respecto al mismo periodo del año anterior.
La rápida valorización de Nvidia se debe al furor por la inteligencia artificial y al hecho de que esta compañía suministra más del 70% de los chips necesarios para esta tecnología.