El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue condenado este miércoles a 45 años de prisión por delitos de narcotráfico en Estados Unidos. En marzo, un tribunal de Manhattan, Nueva York, lo había declarado culpable de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos y de poseer «dispositivos destructivos», como ametralladoras.
Los fiscales de Nueva York afirmaron que Hernández había dirigido Honduras como un «narcoestado» y aceptado millones de dólares en sobornos de narcotraficantes para protegerlos de la ley. «Pavimentó una autopista de cocaína hacia Estados Unidos, protegido por ametralladoras», declararon los fiscales en sus argumentos finales.
Además de la condena, se le ordenó pagar una multa de 8 millones de dólares. Hernández, de 55 años, proclamó su inocencia durante la audiencia, afirmando haber sido «acusado errónea e injustamente». Sin embargo, el juez lo calificó como un «político de dos caras hambriento de poder».
Desde su extradición a Estados Unidos, Hernández ha estado recluido en una cárcel de Brooklyn. El mes pasado, el juez de Manhattan rechazó una moción para un nuevo juicio, desestimando los argumentos de sus abogados sobre un testimonio incorrecto que afirmaba que el tráfico de cocaína había aumentado en Honduras durante su mandato.