Desde el 30 de junio, una serie de sismos de baja intensidad ha afectado la zona norte de Chile, generando preocupación entre los expertos. Esta actividad, conocida como enjambre sísmico, ha llevado a algunos científicos del Centro Sismológico Nacional (CSN) de Chile a alertar sobre la posibilidad de un megaterremoto en la región.
Los sismos se han registrado en la Región de Tarapacá, específicamente en la zona de la Mina Collahuasi
Los expertos destacan que esta área no ha experimentado una ruptura sísmica significativa en más de un siglo, lo que incrementa las probabilidades de un gran terremoto. Sus efectos podrían sentirse en gran parte del norte de Chile e incluso en algunas zonas del sur de Perú.
Aunque no es posible predecir con exactitud la fecha de un terremoto, los científicos señalan que la energía acumulada en la zona podría desencadenar un evento de gran magnitud en cualquier momento. Algunos expertos estiman que un eventual megaterremoto podría alcanzar una magnitud superior a 8,8, convirtiéndose en un evento extremadamente peligroso.
Un megaterremoto en el norte de Chile podría tener graves consecuencias, tales como:
Fuerte temblor: El temblor principal podría alcanzar magnitudes de 8 o superior, causando graves daños a estructuras e infraestructura.
Tsunami: Un megaterremoto submarino podría generar un tsunami que azotaría las costas del norte de Chile y el sur de Perú, causando inundaciones y daños materiales.
Réplicas: Es probable que se registren réplicas de gran intensidad en los días y semanas posteriores, dificultando las labores de rescate y reconstrucción.
Daños a la economía: Un megaterremoto podría tener un impacto significativo en la economía del país, afectando sectores como la minería, la agricultura y el turismo.