Los certámenes de belleza se han extendido al mundo virtual. Kenza Layli, una influencer virtual de Marruecos, ganó el primer certamen de ‘Miss Inteligencia Artificial’ (Miss AI, en inglés). Kenza no existe en la vida real, sino que es una creación digital. Su imagen usa hiyab y en sus discursos defiende el empoderamiento de las mujeres en el campo de la tecnología.
«La IA no es solo una herramienta. Es una fuerza transformadora que puede cambiar industrias, desafiar normas y crear oportunidades que no existían antes», expresó Layli en un video donde agradeció en inglés al jurado por haberle concedido el primer premio.
Aunque ni Layli ni sus rivales existen en la realidad, el galardón sí es real. El concurso, organizado por la plataforma ‘World AI Creator Awards’ (Waica), ofrece 5.000 dólares en metálico a Miss IA, además de programas de tutoría en tecnología y servicios de relaciones públicas.
Ataviada con un vestido y una hiyab dorados, Layli anima al público en su video a «desafiar el statu quo» y sacar el mayor provecho de la IA para construir un futuro «más inclusivo» y empoderar a todas las mujeres del mundo en la industria tecnológica.
La marroquí venció a sus rivales no solo por su belleza y su implicación en causas sociales, sino también por su «gran consistencia facial» y la «gran calidad de detalles en las manos, los ojos y la ropa», según Aitana López, una influencer creada con IA que formaba parte del jurado, en declaraciones al New York Post.