Después de pasar días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en una institución de salud de Guayaquil, Fresia Saavedra, leyenda de la música ecuatoriana y madre de la también artista Hilda Murillo, falleció este jueves 18 de julio.
Días atrás, Murillo había confirmado a la prensa nacional que solo estaban esperando que «el Señor decida su partida» tras días de síntomas graves en su salud, después de haber sufrido una caída en su hogar.
Varios de sus órganos, como el riñón y el hígado, empezaron a presentar problemas. Saavedra llevaba «días sin hablar» desde su accidente doméstico, ya que perdió el conocimiento y se encontraba intubada.
En plataformas digitales, la intérprete de «Atormentado Corazón» pidió apoyo a su público para cubrir los gastos médicos de su progenitora. «Mi querida y amada madre doña Fresia Saavedra, una de las figuras más relevantes de la música nacional, se encuentra en estos momentos en un cuadro clínico de alta gravedad que afecta de forma integral su salud», decía parte del comunicado que invitaba a sus seguidores a asistir a una gala solidaria en su honor.
La pasión de Saavedra por la música se remonta a su infancia, cuando se vio cautivada por los tangos y pasillos que escuchaba su madre. A la temprana edad de 12 años, ya cantaba profesionalmente en programas infantiles de radios guayaquileñas como Radio América, sin saber el éxito que tendría tiempo después en el corazón musical de los ecuatorianos.