El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró que las negociaciones para un alto el fuego en Oriente Próximo han llegado a su fase final, con Estados Unidos trabajando junto a Egipto y Qatar para lograr un acuerdo que evite nuevos atentados en la región.
«Seguimos trabajando intensamente para rebajar las tensiones en Oriente Próximo y evitar que se extienda el conflicto», afirmó Blinken, quien subrayó la urgencia de que todos los actores en la región tomen decisiones que calmen las tensiones y comprendan el riesgo de errores de cálculo.
Esta declaración se produce en un momento crítico, ya que una docena de aviones de combate F/A-18 del portaaviones USS Theodore Roosevelt han sido desplegados en una base militar en Oriente Medio. Esta medida, ordenada por el Secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin, busca defender a Israel de posibles ataques de Irán y sus aliados, así como salvaguardar a las tropas estadounidenses.
La decisión de aumentar la presencia militar en la región responde a la escalada de violencia tras los recientes asesinatos de un alto mando de Hezbolá en Líbano y del máximo dirigente político de Hamás en Irán, en presuntos ataques israelíes. Ambos grupos cuentan con el apoyo de Irán.