Israel lanzó una serie de intensos ataques aéreos en el sur de Líbano, impactando más de 100 lanzacohetes de Hezbolá y otros sitios considerados «terroristas», como un depósito de armas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que los lanzacohetes estaban en posición para ser disparados hacia Israel. Aún no hay confirmación de víctimas.
Según informes de la Agencia Nacional de Noticias del Líbano, al menos 52 ataques israelíes fueron realizados el jueves por la noche, mientras que Hezbolá respondía atacando instalaciones militares en el norte de Israel.
Los bombardeos israelíes, que duraron más de dos horas, son algunos de los más fuertes desde el inicio del conflicto reciente.
Horas antes, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, acusó a Israel de cruzar «todas las líneas rojas» tras explosiones ocurridas a principios de semana, las cuales mostraron una declaración de guerra.