La carretera E-40, cerca de la comuna Buena Fuente, fue testigo de una tragedia que truncó la vida de Roberto Antonio Balón Reyes, un hombre trabajador y querido por su comunidad en Cadeate. Su historia, marcada por la entrega diaria de pan y la dedicación a su oficio, encontró un desenlace inesperado en el asfalto.
Al llegar cerca del puente de Buena Fuente, Roberto perdió el control y se impactó violentamente contra la estructura. El impacto lo arrojó a la vía contraria, donde el destino, cruel e implacable, le jugó una segunda mala pasada. Un vehículo que transitaba por ese carril no pudo evitarlo y lo atropelló. Roberto murió al instante, dejando tras de sí el silencio de una motocicleta inmóvil y el pan que no llegó a su destino.
El personal de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) confirmó lo sucedido. Con ojos serios y gestos solemnes, los agentes relataron cómo el accidente no dio espacio para el milagro. Así, la E-40 se convirtió, una vez más, en el escenario de un dolor que cala hondo. La vida de Roberto Antonio Balón Reyes se apagó en la carretera, dejando un vacío en los corazones de quienes lo conocieron y un recordatorio sobre la fragilidad de nuestra existencia.