La tarde del lunes 18 de noviembre, un violento ataque armado que culminó en un secuestro conmocionó a los habitantes y trabajadores de una zona industrial en la vía a Daule, a la altura del bloque 1 de Bastión Popular, norte de Guayaquil.
En el suceso, el conductor de una camioneta fue asesinado, mientras que el empresario que lo acompañaba fue secuestrado por una banda delictiva.
Según los informes preliminares de la Policía Nacional, al menos ocho hombres armados interceptaron la camioneta en la que se movilizaban las víctimas. Los atacantes, que viajaban en dos vehículos, un automóvil blanco y otro negro sin placas, les bloquearon el paso e iniciaron un tiroteo.
Los disparos impactaron en el parabrisas y la puerta del lado del conductor, dejando a la víctima mortal en el interior del vehículo, mientras que el empresario fue forzado a descender bajo amenaza de armas largas.
Cámaras de seguridad captaron los momentos de tensión en los que se observa a los secuestradores actuando con extrema violencia.
Según el mayor Santiago Tustón, jefe de operaciones del distrito Pascuales, quien habló con el medio Ecuavisa, el conductor y el empresario no opusieron resistencia ni estaban armados. Sin embargo, esto no impidió que los delincuentes dispararan múltiples veces contra el vehículo, lo que resultó en la muerte del conductor.
“Este es un caso en el que claramente hubo una planificación previa. Estos sujetos estudiaron las rutas y los horarios del empresario para poder ejecutar este acto”, afirmó Tustón.
La víctima mortal fue trasladada por Medicina Legal, mientras agentes especializados de la Policía Nacional recolectaban casquillos y otras evidencias en la escena del crimen.
El empresario secuestrado, identificado como propietario de un negocio de venta de empanadas, ya había sido víctima de un intento de extorsión hace aproximadamente seis meses, según informó la Policía.
Durante ese tiempo, el empresario habría contratado una empresa de seguridad para proteger sus negocios, aunque no utilizaba escoltas personales en sus desplazamientos.
“No se presentó ninguna denuncia formal por los hechos anteriores, ni en Fiscalía ni en la Policía”, confirmó el mayor Tustón. Esto podría haber dificultado la actuación preventiva de las autoridades en el caso.
Las autoridades están analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona, incluidas las de Segura EP, con el objetivo de identificar a los secuestradores y determinar las circunstancias exactas del ataque. Además, se investiga si los criminales han establecido contacto con la familia del empresario para exigir un rescate.
“El manejo de esta información es confidencial, pero continuamos trabajando en coordinación con las unidades especializadas para dar con el paradero de los responsables y rescatar al ciudadano”, añadió Tustón.
El sonido de los disparos generó pánico entre los transeúntes y moradores del sector industrial, quienes temen que hechos violentos como este se vuelvan recurrentes.
Por su parte, la Policía Nacional hizo un llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier acto de extorsión o amenaza y recalcó la importancia de actuar de manera preventiva frente a la delincuencia organizada.