La guerra entre Rusia y Ucrania ya «adquirió elementos de carácter mundial», según expresó el mandatario ruso Vladimir Putin el 21 de noviembre de 2024 en una transmisión televisada en la que afirmó que el territorio de Rusia recibió ataques con misiles occidentales.
En esa misma jornada, Ucrania fue atacada con un misil que Kiev aseguró en primera instancia que se trataba de un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), aunque posteriormente Estados Unidos y Rusia desmintieron esto al detallar que se trató de un misil experimental de alcance intermedio.
El lanzamiento de este «misil hipersónico de rango intermedio» que fue como Putin lo presentó, fue considerado por la ONU como una «evolución preocupante» mientras que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aseguró que esto no «disuadirá a los aliados de la OTAN de apoyar a Ucrania».
El 22 de noviembre de 2024, las declaraciones y maniobras de parte de los países occidentales, sus aliados y Rusia persisten, en medio de una escalada de la guerra en Ucrania: