Tras un recorrido por la planta de Productos Limpios de Petroecuador, en las afueras de Cuenca, el gerente general de esa empresa, Pablo Flores, dijo que la estación de gas está en una situación “crítica”; lo atribuyó a la serie de deslizamientos que han afectado la planta. También indicó que se busca reparar los daños para lo cual los estudios están listos. El funcionario señaló que las esferas, que están en la parte alta de la terminal y que almacenan más de 6 mil metros cúbicos de GLP (gas) están paralizadas desde el año anterior. Flores explicó que se han intervenido en sellos, bombas y, en especial en la válvula reductora de presión, pues cuando la empresa Odebrecht entregó la obra apenas funcionaba en un 50%. Según el funcionario, en 2017 Petroecuador declaró la terminación unilateral del contrato con la empresa Odebrecht por la “cantidad de problemas contractuales”. El presupuesto referencial de la obra fue de $ 272 millones, pero el costo final alcanzó $ 464 millones. Indicó que existen problemas muy graves de suelo, ya que dentro de la construcción hay tierras arenosas, debajo “corre un río”, hay un pésimo dranaje. “Esta terminal fue construida sobre una quebrada y lo que tenemos es un castillo de naipes”. Flores, asimismo, dijo que se van a defender de la “absurda” demanda de Obredecht por $ 184 millones y que se prepara ahora una demanda a esta empresa por daños y perjuicios. “Durante todo este año hemos recogido las pruebas para documentar y sustentar la demanda”. Rodrigo Pareja, funcionario de la Escuela Politécnica Nacional, indicó que fueron contratados para realizar los estudios para la estabilización de taludes. Manifestó que hay posibilidades de salvar la planta, aunque para eso se necesitan $ 34 millones. “En la propuesta planteada a Petroecuador estamos indicando que se coloquen pilotes, los cuales permitirán reforzar la condición del suelo”. (O)
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