El cantautor español Joaquín Sabina se recupera en la Clínica Ruber Internacional de Madrid, donde fuentes médicas lo reportan estable, aunque con “pronóstico incierto”, luego de ser operado el jueves pasado por una hemorragia cerebral producto de la caída que sufrió un día antes en pleno concierto en el Wizink Center.
En el hospital lo cuidan sus dos hijas, Rocío y Carmela, así como su prometida, Jimena Coronado, a quienes el artista les pidió “un cigarrito” luego de despertarse de la anestesia.
De acuerdo con el diario El Mundo, el escritor Benjamín Prado, su amigo, reveló en el programa Más vale tarde que el cantante dijo: “Quiero fumar”.
El viernes, 24 horas después de la intervención quirúrgica, se hizo público un segundo parte médico: “Tanto su situación clínica como los estudios de imagen realizados presentan una evolución favorable”. (E)
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