La relación económica entre Ecuador y EE.UU. no se verá afectada por los cambios de Gobierno previstos en 2021 en los dos países porque es «institucional» y va mucho más allá de las «relaciones personales», prevé el nuevo ministro ecuatoriano de Finanzas, Mauricio Pozo.
«Yo sé que las relaciones personales y la simpatía que pueda existir (entre mandatarios) siempre es importante, pero también lo son las relaciones institucionales que se mantienen, así que todo seguirá en esa línea», dijo el ministro a Efe a su regreso de la III Ronda del Diálogo Político Amplio Bilateral.
El encuentro, celebrado el martes en Washington, puso de manifiesto la notoria mejoría que se ha producido en las relaciones desde la llegada de Lenín Moreno a la Presidencia en 2017, tras una década de distanciamiento en la que Ecuador estuvo alineado con el «Socialismo del Siglo XXI».
Esa proximidad se ha traducido en apoyo político y financiero de Washington a Ecuador para salir de su peor crisis financiera en dos décadas, pero la llegada de un nuevo inquilino a la Casa Blanca, Joe Biden, y las elecciones del 7 de febrero en Ecuador, a las que no concurre Moreno, hacen temer cambios.
PRINCIPAL SOCIO COMERCIAL Y FINANCIERO
Pozo, que llegó al ministerio en octubre pasado, días después de un crucial acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), inalcanzable sin el apoyo de Washington, recuerda sin embargo que «la relación es de larga data» e «intensa», a pesar de «nuestros paréntesis, por ejemplo, en el periodo anterior».
«Desde hace muchos años, diría décadas, EE.UU. es el principal socio comercial de Ecuador, el país que más le provee saldo comercial favorable positivo», afirmó el ministro dentro de una larga serie de hechos que, a su juicio, hacen poco aconsejable una nueva ruptura política.
En 2019, Ecuador registró exportaciones por valor de 22.329 millones de dólares, de las que el 30 % tuvieron como destino el mercado estadounidense, del que importó a su vez por 5.269 millones (14 %).
Además, con 1.891 millones en 2019, también es el primer país que «más remesas aporta» (58,4 %), y «los bancos norteamericanos el principal proveedor de financiamiento privado».
Y por encima de todo, recordó el ministro, la economía ecuatoriana está dolarizada, por lo que «las sinergias entre los dos son enormes».
«Por eso es que no hacía sentido no tener un acuerdo comercial con ellos y en ese camino también estamos», explicó sobre las conversaciones con la Administración de Donald Trump, que en febrero pasado dio luz verde al proceso en un encuentro con Moreno.
FUTURO DE LA RELACION
Se trataba de la primera vez que un mandatario ecuatoriano visitaba la Casa Blanca en 17 años, y con ella se impulsaron los contactos de alto nivel para obtener asistencia y financiación.
«La recepción que se tuvo en el viaje fue muy buena, una gran apertura, una gran disposición, ganas de colaborar con Ecuador», destacó el ministro al referirse tanto a las últimas reuniones con la Administración Trump como a las entidades multilaterales de las que su país recibe financiación.
Por lo que dijo «no tener preocupación que el cambio de Gobierno (en EE.UU.) suponga algún tipo de modificación de la relación de Ecuador o las posibilidades de seguir reforzando relaciones, hasta inclusive suscribir un acuerdo de comercio».
«Ya hay trabajo avanzado, por mesas, y el acuerdo de comercio con ellos va a ser muy similar al que tiene EE.UU. con nuestro vecinos Colombia y Perú», concluyó.
Y aunque el Gobierno de Moreno mantiene «una excelente relación con gente muy cercana a Biden» a través de su embajadora Ivonne Baki, según el ministro, el futuro de ese diálogo dependerá también de quién salga elegido presidente en Ecuador en 2021.
El candidato conservador Guillermo Lasso aboga por un fortalecimiento de las relaciones, si bien los candidatos indigenista, Yaku Pérez, y el correísta, Andrés Arauz, se muestran mucho más reacios. (I)
Fuente:www.larepublica.ec